De acuerdo con el informe de S&P Global Ratings, las condiciones crediticias en América Latina se han tornado favorables a medida que el riesgo político cede y los precios de las materias primas internacionales se mantienen suficientemente estables.
Aunque la recuperación económica en la región ha sido lenta, según la calificadora, las convenientes condiciones económicas externas y el apetito de los inversionistas en busca de rendimiento, continúan apoyando la entrada de flujos de capitales a América Latina; esta tendencia debe continuar durante lo que resta del año.
Este entorno también ha aligerado la presión sobre las monedas de la región y sobre la inflación, dando lugar a políticas monetarias acomodaticias o expansivas y a bajas de las tasas de referencia en la mayoría de los países, aunque México es una excepción notable.
En México, la ansiedad en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Tlcan) continúa disminuyendo, a pesar de las declaraciones negativas del presidente Trump de Estados Unidos sobre el acuerdo.
Las negociaciones del Tlcan siguen su curso y aunque Estados Unidos, Canadá y México tienen incentivos para alcanzar un nuevo acuerdo hacia el cierre del año o a principios de 2018, conforme se acerquen las elecciones de 2018, su capacidad para lograrlo continúa siendo una gran interrogante.
Sin embargo, se avecina la incertidumbre en la región conforme se aproxima el pesado ciclo electoral: habrá elecciones generales en Chile (diciembre de 2017), Colombia (mayo de 2018), México (julio de 2018) y Brasil (octubre de 2018). En muchos casos, tales elecciones provocan que los inversionistas retrasen sus planes, lo que afecta negativamente las emisiones de deuda y, en cierta medida, el crecimiento del Pib.
Además, sigue habiendo falta de claridad respecto a las políticas estadounidenses y la escalada de riesgos geopolíticos podría acentuar en adelante la volatilidad en los mercados.
S&P Global Ratings sigue esperando una recuperación económica en América Latina para 2017 y mayores mejoras en el crecimiento del Pib para 2018, aunque se prevé que la expansión económica en la mayoría de los países de la región continuará siendo lenta.
Por su parte, la demanda interna ha sido el principal motor del crecimiento económico en la mayoría de los países de América Latina.
De igual forma, la inversión pública es baja o está cayendo en la mayoría de los países debido a los desafíos fiscales y a los retrasos derivados de los escándalos de corrupción.
La inversión privada es lenta en la mayoría de los casos pues los inversionistas están a la espera de más claridad en el terreno político conforme se aproximan las elecciones.
El lento crecimiento económico mantendrá acotada la rentabilidad de los bancos y el crecimiento del crédito en América Latina durante 2017 y se espera que la calidad de activos continúe deteriorándose en la mayoría de los países de la región durante este América Latina –año y que se recupere en cierta medida en 2018.
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