Hasta los años 2010 – 2014 las grandes empresas venían con la dinámica de comprar licencias de software.
El negocio de las licencias de Software se caracteriza por la compra del derecho de uso de un software de manera ilimitada. El software licenciado, por lo general no tiene todo lo que la empresa compradora necesita, por lo tanto, se debe someter a desarrollos a la medida para que cumpla con todos los requerimientos de la empresa. Esa licencia con los ajustes a medida se debe implementar y alojar en los servidores de la empresa compradora. Después de todo el proceso de compra de licencia, desarrollos a la medida e implementación, la empresa compradora debe pagar un canon mensual de soporte técnico del software.
Este modelo, análogamente, sería como comprar un avión de 30 asientos, adecuarlo para que sea de 50 puestos y mantener un hangar full para parquear y cuidar el avión mientras no vuela. Y mientras el avión esté funcionando, el soporte técnico lo brinda únicamente el vendedor del avión mediante pagos mensuales.
Con este modelo se pueden identificar 3 barreras:
- Una barrera de tipo económico: no todas las empresas tienen el músculo financiero para invertir en una licencia y para mantener servidores propios. Por lo tanto, este acceso al mundo digital solo estaba permitido para empresas grandes.
- Una barrera de tipo técnico: mantener servidores propios implica desplegar redes de infraestructura, mantener equipos especializados en cuartos fríos y contratar ingenieros especialistas en el soporte de infraestructura.
- Una barrera de obsolescencia: la compra de licencia, generalmente, no otorga el derecho a mantener actualizado el software, tanto en prestaciones funcionales como en arquitectura. Normalmente, el mundo tecnológico es más cambiante que cualquier otro, por innovaciones que mejoran procesos de cualquier tipo. Esto hace que una tecnología a la vuelta de 3 años necesite actualizaciones y cambios esenciales en su arquitectura o en su forma de uso.
Este modelo de licenciamiento es un modelo que pocas empresas pueden adquirir y mantener. Solo las más grandes tenían acceso a la transformación digital, entendida como ese proceso de automatizar los procesos empresariales, haciéndolos más eficientes y confiables.
Muchas empresas, de diversos tamaños, con procesos financieros complejos querían tecnología, pero no tenían el músculo o no estaban dispuestas a pagar tanto en el modelo tradicional de licencia. La solución estaba dada por una modalidad que estaba cambiando el mundo de los negocios de Software: el Software as a Service.